Una película que insulta la inteligencia de los colombianos
tatianrojasoviedo34@gmail.com
Sugiero a los cineastas ibaguereños que se abstengan de comprar boletas para ver la película ‘El paseo 3’. Juzgo que se
trata de una obra cinematográfica de baja calidad. De pronto me equivoque al dar
este juicio porque simplemente soy espectadora de las películas que en nuestro
caso se ofrecen en Cinemark del centro comercial Multicentro de la Capital
Musical.
Pero, en términos generales, se trata de una película que ofende la inteligencia de los espectadores, con
escenas que caen en lo ridículo; que no tienen un sentido lógico, que pretenden
desarrollar humor sin lograrlo. Me sumo a los comentarios hechos por la crítica
de la revista Semana.
“Los elementos de esta saga escrita por Dago García pasan por personajes poco estructurados, cero complejidad en los
diálogos, locaciones identificables para todos y una historia que no exige
ninguna reflexión”, es lo que dice Semana, en relación con esta película
colombiana.
En los créditos, leídos a la ligera, se dice que se trata de una
película que se acoge a la ley 814 de 2003 y a su Fondo para el Desarrollo Cinematográfico en Colombia, de lo
cual se deduce que o se recurrió a créditos o a los estímulos o subsidios para
la elaboración y exhibición de una película colombiana como lo es ‘El Paseo
3’.
Esta tercera versión de un paseo familiar por territorio colombiano definitivamente no merece un
comentario favorable, siendo que las anteriores tampoco eran buenas.
Algunos de los personajes caen en actuaciones ridículas, que es lamentable
porque se trata de actores conocidos y de algún prestigio. Cualquier espectador
extranjero que vea la película, llegará a creer que una familia colombiana se
comporta como aparece en la cinta, a la par de que colombianos y extranjeros
llegaran a creer que nuestros actores llegan a tal punto de escasa creatividad y
la responsabilidad de esto recae, en gran parte, sobre Dago García, el
libretista.
No puede ser que el espectador crea en el uso de diferentes medios de
transporte, desde la costa hasta el centro del país, cuando hay de por medio
tantas distancias y el uso de imágenes del pasado cuando se muestran las ruinas
de las estaciones del tren o del viaje por barco o canoas por el río
Magdalena.
El secuestro de un perro no puede dar para tantos hechos representados, no se
puede caer en tantas escenas que caen en el ridículo porque, si se trata de
causar risa, a veces lo logra entre algunos de los espectadores, pero igualmente
sentimientos de fastidio entre otros.
El Fondo de Desarrollo Cinematográfico debiera ocuparse en películas
nacionales que tengan la capacidad de mostrar expresiones artísticas y
culturales que exalten lo que realmente somos en las distintas regiones
colombianas.
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